Calle Alsina-16.30hs
Hacer trámites en la ciudad puede ser toda una aventura. Uno puede enfrentarse con numerosos obstáculos: piquetes, colectivos parados, calles cortadas, etc. También se puede encontrar con animales salvajes de todo tipo: yuppies, mendigos, motoqueros, rateros, y "ellas", las más temibles depredadoras de la ciudad...
Todo comenzó una tarde de calor, caminaba con pasos rápidos hacia una imprenta, decidí no tomarme el colectivo porque me gustaba la idea de pasear por la ciudad...hasta que ellas aparecieron. El cielo se oscureció, un ruido fuerte hizo eco en toda la calle, parecía un bombardeo en Irak, y acto seguido, la desgracia. Miles de misiles me habían dado en el cuerpo, misiles calientes y hediondos en forma de caca de paloma (aves rapaces portadoras de enfermedades que en su versión argentina, gris smog, no trasmiten paz sino guerra!).
En ese momento me encontraba a mitad de camino, para volver era tarde y llegar a la imprenta completamente untada en excremento era la única opción posible. Me presenté frente a la recepcionísta, que no levantó la vista ni un segundo, estaba tan ocupada en sus quehaceres que no se percató de mi situación. Hasta que un vendedor que me miraba a lo lejos intentando determinar por qué el lugar apestaba se acercó, me dijo: " bueno, por lo menos vas a tener suerte" y me dió la llave de la felicidad, o la del baño, como quieran decirle.
Volví renovada, con un leve vaho, y esperando ansiosa al golpe de suerte que me esperaba luego de semejante acto de superstición.
Por ahora sigo esperando. Cualquier información no duden en contactarse conmigo.
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