La ciudad de Buenos Aires es mágica, no hay dudas. Pero hoy, finalmente, pude comprobarlo. Caminaba muy tranquila por las cálidas y perfumadas calles de Retiro, entre tortillas de mandioca y relojes despertadores, cuando miro hacia arrriba y veo la imponente torre de los ingleses que marcaba las 9.30hs... apresuradamente consulto mi reloj y decía 10.30hs...quién se equivoca? La reina Victoria o yo? será cierto eso de que el tiempo es tirano (aún no estando en la televisión) o será que el universo me regaló una hora más del día y ahora mismo tengo que salvar al mundo? Empecé a pensar qué podía hacer, cuál era mi misión: miré a mi alrededor esperando poder salvar a una anciana de las garras de un villano o a una inocente niña de las fauces de un león. Pero entonces, como por arte de magia, las manecitas del reloj comenzaron a moverse rápidamente hasta que marcaron las 10.30hs. Se ve que me había equivocado y no era una batiseñal lo que ví, sino la comprobabión empírica de que el tiempo pasa volando en la ciudad.
Retiro- 10.30hs
La ciudad de Buenos Aires es mágica, no hay dudas. Pero hoy, finalmente, pude comprobarlo. Caminaba muy tranquila por las cálidas y perfumadas calles de Retiro, entre tortillas de mandioca y relojes despertadores, cuando miro hacia arrriba y veo la imponente torre de los ingleses que marcaba las 9.30hs... apresuradamente consulto mi reloj y decía 10.30hs...quién se equivoca? La reina Victoria o yo? será cierto eso de que el tiempo es tirano (aún no estando en la televisión) o será que el universo me regaló una hora más del día y ahora mismo tengo que salvar al mundo? Empecé a pensar qué podía hacer, cuál era mi misión: miré a mi alrededor esperando poder salvar a una anciana de las garras de un villano o a una inocente niña de las fauces de un león. Pero entonces, como por arte de magia, las manecitas del reloj comenzaron a moverse rápidamente hasta que marcaron las 10.30hs. Se ve que me había equivocado y no era una batiseñal lo que ví, sino la comprobabión empírica de que el tiempo pasa volando en la ciudad.
La ciudad de Buenos Aires es mágica, no hay dudas. Pero hoy, finalmente, pude comprobarlo. Caminaba muy tranquila por las cálidas y perfumadas calles de Retiro, entre tortillas de mandioca y relojes despertadores, cuando miro hacia arrriba y veo la imponente torre de los ingleses que marcaba las 9.30hs... apresuradamente consulto mi reloj y decía 10.30hs...quién se equivoca? La reina Victoria o yo? será cierto eso de que el tiempo es tirano (aún no estando en la televisión) o será que el universo me regaló una hora más del día y ahora mismo tengo que salvar al mundo? Empecé a pensar qué podía hacer, cuál era mi misión: miré a mi alrededor esperando poder salvar a una anciana de las garras de un villano o a una inocente niña de las fauces de un león. Pero entonces, como por arte de magia, las manecitas del reloj comenzaron a moverse rápidamente hasta que marcaron las 10.30hs. Se ve que me había equivocado y no era una batiseñal lo que ví, sino la comprobabión empírica de que el tiempo pasa volando en la ciudad.
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1 comentario:
Doy fe de esta historia...estaba caminando junto a la muchacha que escribe, aunque, en vez de pensar que tenía que salvar el mundo, pense: genial, una hora mas para dormir la siesta...
Una persona sin conciencia social...
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