Todo concluye al fin, nada puede escapar, todo tiene un final, todo termina. Seguramente esta frase resuene en sus cabezas y los lleve directamente a un ámbito de fogón, risas, llanto y guitarra criolla. Pero lejos estamos del hippismo barato, del flower power y más aún de los sahumerios de pachuli. Estamos reunidos frente a la PC con un fin mucho más que noble (más que Iván Noble) desglosar, reflexionar, observar, comparar, amar, investigar, indagar, analizar los reveladores resultados obtenidos en nuestra encuesta. Durante un mes, miles de personas (32) se desvivieron por dejar asentado para la posteridad qué querían, deseaban, anhelaban que les pasara en un subte.
Lejos de todos los pronósticos, sólo el 9% buscaba un bebé, un pequeño gurrumín con cara de vagón demorado. El 15% se animó al cambio, a convertirse en sardina, en una suerte de fashion fish emergency, y luego a ser modelos de una de las marcas más taquilleras de la historia de las latas. Tampoco faltaron los enamoradizos, los soñadores que creen en el amor a primer subtepass, por eso un 18% levantó sus corazones y dijo SI a conocer al amor de sus vidas. Pero, como todos saben, no por mucho madrugar se amanece más temprano, y por eso un 56% se sacó los prejuicios y se puso los pijamas, y logró que la respuesta ganadora de esta inédita encuesta fuera ARMAR UN PIJAMA PARTY CON TODOS LOS PASAJEROS.
Así que yo, por lo pronto, me compré un pijama con ositos y una mantita (por si refresca) espero que ustedes hagan lo mismo, vayan avisándome así coordinamos un día y no me caigo sola.

Ah! eso sí, antes de dormir tenemos que rezarle al dios del transporte, el escolar

Dicen las malas lenguas que este pardepe hackearon la encuesta