El misterio del chofer de la línea B intrigó a todos los ciudadanos del condado durante años, hasta que HOY, su verdad se hizo pública.

Todo comenzó cuando luego de rendir 48 veces el examen en el ISER y bochar, el buen hombre se dió por vencido. Sus amigos lo animaban y le decían: Jorgito, no seas zonzo, a Ferchu Bravo lo bocharon 5 veces hasta que aprobó. Pero él no pudo salir adelante y decidió dejar su vocación de locutor y dedicarse de lleno al manejo de subterráneos (que era lo que su padre había hecho toda la vida, en realidad dos meses en una pasantía). Hasta que una noche, comiendo un frutidedo, pensó: "Por qué debo abandonar mis sueños sin siquiera haber patinado por elllos? Si esa Suller pudo, yo también". Así fue como decidió comenzar a mechar las dos actividades, un poco manejaba y otro poco hablaba. Con el tiempo los pasajeros empezaron a reconocerlo. Al año ya tenía su clú de fans "Jorjito (no el alfajor) el chofer de tu corazón", la gente se agolpaba para viajar en sus formaciones y cuando lo escuchaban pedían bis. Hubo quienes escribieron cartas a "Sorpresa y media" para conocerlo, pero como el programa había terminado hace mucho, nada lograron, eso sí se lo vió a Julián Weich usandolas para taparse las noches de frío.
El momento más feliz para Jogito era cuando llegaban los paros y las demoras de subte y los pibes le cantaban "Chofer, chofer, apure su motor que en esta cafetera nos morimos de calor" y otras cosas que él no recuerda bien.
Pero como le pasa a las grandes estrellas del espactáculo transportesco, la fama se le subió a la cabeza, dejó la humildad de lado y se metió en el oscuro mundo del tráfico de figuritas. Su desesperación por tener más y más lo llevó a vender los derechos de sus frases a Movistar y así fue como nacieron sus ringtones:
- Cuiden sus pertencias, ojo con los pungas!
- Corranse de las puertas!
y la clásica...No saleeeeeeee!
Sus días de gloria quedaron en el pasado, ahora se lo ve devastado, esperando que vuelva Transformaciones para que le marchen una carucha nueva. Aunque cada tanto, tiene un destello de lucidez y vuelve al ruedo con sus mejores monólogos pero sólo unos privilegiados pueden ser testigos de semejante genio del transporte.
Esta fue la historia de un hombre que creyó en el transporte público y lo defendió a morir (pero no murió todavía), Jorgito..el chofer de tu corazón.

4 comentarios:

Yoga Vasistha dijo...

QUE Tipazo era ese Jorgito, nosotros usabamos su linea y siempre nos colagabamos hablando de cualquier gilada... un día que fue a laburar medio falopa me dijo que el queria llenar el subte de regalos, y el 24 a las 12 iba a salir a repatirlos. Porque el era papa noel pero que nadie se daba cuenta porque tenía anteojos oscuros... ese día le saque una foto... GRANDE JORGITO!!!!

Unknown dijo...

Voy a poner cualquier cosa, total nunca logro que salgan mis comentarios

Lord Alfajor dijo...

yo lo vi hace poco en la estación de Grand Bourg un martes a las 3:05 de la matina y me costó reconocerlo ya que se hace llamar Yesica........

Anónimo dijo...

el es una leyenda casi un mito popular.... al igual que yabran ,elvis o leonardo simons, de los cuales no se sabe si esta muerto o tomando sol bajo alguna palmera en alguna playa recondita de santa teresita.
lo unico que les puedo asegurar es que yo, en mis años mozos, tomé ginebra con jorgito y luca prodan en un bar del abasto

gracias y salud!

pasajero en trance